domingo, 31 de mayo de 2015

MEDIO LIMÓN CON CARAMELO

Una de las cosas que más me gusta es escuchar historias porque creo que es la mejor manera de conocer y aprender todas esas cosas que no puedes leer en las páginas de los libros. Por eso disfruto cuando las personas mayores, y no tan mayores, evocan su niñez y recuerdan personajes que conocieron y aventuras que vivieron.Todas las familias tienen en la recámara de su memoria montones de vivencias que darían para muchos tomos, y si todas esas historias, además, tienen que ver con tu propia familia el interés es doble. Escuchar y recordar sin nostalgia, con alegría, es un ejercicio muy sano que a mí, personalmente, me hace saber de donde vengo y conocerme mejor.


El sábado pasado disfruté, disfrutamos, una vez más, de la compañía y la conversación de varios veteranos de la familia Carrascosa, y de otros más jóvenes, aunque no por eso menos dados a la recreación de recuerdos pasados. La conversaciones se sucedían y solapaban de manera que a veces resultaba complicado seguir el hilo de las peripecias de aquellos personajes que aparecían como si tuvieran vida propia, como si no hubiesen pasado los años, como si hubiesen vivido ayer.


Así, volvimos a recordar a Lucía y Pío, a los hermanos Carrascosa Beltrán y a sus hijos, algunos de los cuales, afortunadamente, nos pueden contar en primera persona sus propias vivencias y otras que escucharon a sus mayores. La señora Lucrecia y su puesto de golosinas, donde unos pequeños Moreni, Luisito, Ninín y Juli, cuando tenían la suerte de disponer del dinero suficiente, compraban medio limón con un caramelo y, cuando no era así engañaban a la pobre mujer entreteniéndola unos y sacando de la cesta todo lo que podían, los otros; "las pelonas", que tenían muy mala leche y con las que un día la prima Saina tuvo una bronca tremenda, poniéndose a una de ellas sobre las rodillas para darle unos azotes y descubriendo, para regocijo de los vecinos, que no llevaba nada debajo de su falda; los Rocasolano,  Conchita, "el chorra" y "el chaqueta", de los que nadie en la Prospe de aquellos años podría sospechar que serían los abuelos y los tíos de la reina de España del siglo XXI.


Hubiéramos seguido y seguido y seguido... y lo haremos.


Muchísimas gracias Mari Cruz y Pedro por abrirnos las puertas de vuestra preciosa casa y hacernos sentir como si estuviéramos en la nuestra. Un placer conocer a Kety y Pepa, y volver a ver al resto. Gracias de nuevo por vuestra complicidad.




domingo, 10 de mayo de 2015

A POR LA SEGUNDA!

Ya en mayo y con el buen tiempo encima, os propongo vernos las caras nuevamente y llevar a cabo la segunda concentración de Carrascosas. El año pasado se nos hizo corto y lo pasamos francamente bien así que espero que se repita. Me encantaría volver a veros y conocer, ojalá, a algunos con los que todavía no he coincidido. 


Por poner fecha e ir viendo si nos encaja a la mayoría, os sugiero quedar por la mañana del sábado 23 y ampliarlo a comida para quien le apetezca y pueda. Sitio: La abuelita Alicia, en la calle Cardenal Silíceo, lugar significativo para esta familia por ser donde se encontraba la casa de los bisabuelos Lucía y Pío. Si decidimos comer, deberíamos saber lo antes posible cuántos seríamos para poder reservar el comedor y cerrar el precio del menú.


Esta quedada está abierta a todo el que quiera venir, así que os animo a todos y os pido que corráis la voz para que lo pasemos, por lo menos, igual de bien que el año pasado.


Besos y abrazos para todos!