viernes, 14 de octubre de 2016

PUERTAS AL PASADO

Después de un tiempo sin asomarnos por aquí, saludos a todos.

Hoy va de fotografía. Todavía quedan muchas fotos, entre las que me habéis ido enviando y las que andaban por casa, que no he compartido aquí. Siempre espero alguna ocasión en que puedan encajar y, leyendo unas frases con las que me identifico completamente, se me ha ocurrido recuperar algunas de esas imágenes y, al mismo tiempo, proponeros un juego al que ya he recurrido en otras ocasiones: identificar a quienes aparecen en ellas y contarnos entre todos nuestra historia. Las hay más evidentes que otras, entrañables, raras, deterioradas, retratos, grupos... pero todas son Carrascosa. Y bastante antiguas, mi debilidad.

Me parece que no repito ninguna y si es así, será porque me gusta y he sentido la tentación inconsciente de volver a ponerla. Espero que disfrutéis con ellas tanto como yo.


"Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro."
Sally Mann (fotógrafa, 1951)


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"Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes."
Diane Arbus (fotógrafa, 1923-1971)


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"Si pudiera contarlo con palabras, no me sería necesario cargar con una cámara."
Lewis Hine (fotógrafo, 1874-1940)


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"Entre las muchas formas de combatir la nada, una de las mejores es hacer fotografías."
Julio Cortázar (escritor, 1914-1984)


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¡Hasta la próxima!

Besos y abrazos para todos.

miércoles, 6 de julio de 2016

BUEN VERANO

Hola a todos. Después de unos meses algo complicados por una serie de percances en la salud de mi padre, vuelvo aquí para desearos un verano y unas vacaciones agradables. Descansad mucho y pasadlo lo mejor posible.

 

Espero que a la vuelta podamos reunirnos algún día para vernos, charlar y contarnos historias.

 

Besos y abrazos para todos.

lunes, 22 de febrero de 2016

DESDE TIEMPO INMEMORIAL... LA CALLE DEL VIENTO

Seguramente no sepáis, yo me acabo de enterar, que la calle donde nacieron algunos de nuestros padres y abuelos, aquella donde estaba la casa de los bisabuelos Lucía y Pío, y una de las más antiguas de La Prospe, no siempre se llamó Calle del Cardenal Silíceo. Según parece, con anterioridad, su nombre era Calle del Viento; y el sitio exacto donde estaba “el terreno de la abuela” era un punto llamado Las paredillas. La verdad es que a mí me gusta más el primer nombre de la calle que el, un tanto impronunciable, del cardenal.


¿Qué cómo me he enterado? Pues ni más ni menos que teniendo en mis manos, gracias a Ninín que la ha encontrado en su casa rebuscando entre papeles, la escritura de compra-venta del terreno, de fecha veintiuno de febrero de mil novecientos cuarenta y uno. Hace la friolera de setenta y cinco años.


Gracias a que Ninín me ha pasado este documento, todos podemos conocer tanto tiempo después los detalles de la venta de ese terreno por parte de los hermanos Carrascosa Beltrán. Por ejemplo, que el precio de la venta fue de cuarenta mil pesetas, una cifra muy respetable teniendo en cuenta el año en que se hizo y que, con toda seguridad, hizo mucho más llevaderos los difíciles años de posguerra para los hermanos y sus familias. Concretamente a mi abuela, le permitió comprar las máquinas de coser para el taller con el que se ganaron la vida durante muchos años.  Por ejemplo, que el  terreno medía exactamente 656 metros y cincuenta centímetros, 8447 pies. Por ejemplo, que tanto Lucía como María, tuvieron que firmar, cosas de la época, “asistidas” por sus maridos, Daniel San José y José Ibáñez. Por ejemplo, que la hermana pequeña, la tía Luisa, es la única que no aparece en la escritura, probablemente debido a que no estaba registrada, “no existía”, pero eso lo dejamos para otro día.


Por cierto, al ver las firmas, a Ninín le sorprendió mucho enterarse, a estas alturas, de que mi abuelo, su tío Daniel como le conoció toda la vida, en realidad no se llamaba Daniel sino Blas. Había nacido el día de San Blas y por eso llevaba ese nombre con el que nadie nunca le identificó. Pero el por qué todo el mundo le llamaba Daniel es otra historia y también la dejamos para otro día.


El papel es muy curioso, lo leo y releo como si del mapa de un tesoro se tratara, y tiene alguna frase memorable como que “los vendedores se encuentran en posesión continuada desde tiempo inmemorial”, dato de una gran exactitud... en fin, ahí tenéis las fotografías para que, si os interesa, podáis leerlo en su totalidad, Otra pieza, otra reliquia, otra joya impagable para el tesoro Carrascosa.


Muchas gracias Ninín.




jueves, 14 de enero de 2016

CíRCULOS Y VUELTAS


Hola y feliz 2016 a todos. 


Aquí seguimos, dando vueltas a los mismos temas e intentando aportar alguna novedad y repetirme lo menos posible. Aunque quedan fotos por mostrar y, seguro, mucho por decir, pensando y pensando qué podría contar y de qué hilo tirar para que este blog siga enganchándome y enganchándoos, pensé que lo mejor era cerrar un círculo y empezar de nuevo. Por el principio, nuestro principio.


Sabemos que la abuela Lucía era de Estella (Navarra)  y que el abuelo Pío había nacido y crecido en Seseña (Toledo). Lucía, huérfana de padre y madre,  había venido a Madrid junto a  su único hermano, León, huyendo de un aprovechado administrador familiar, y se habían instalado comprando un terreno en el antiguo barrio de la Prosperidad.  Entretanto Pío, cazador profesional, vivía en su pueblo dedicado a descastar los montes propiedad de algún señorito. Por razones un tanto peliagudas con la justicia (aunque esto nunca se ha mencionado aquí), el abuelo Pío se vino a Madrid y aquí conoció a Lucía, se casaron y tuvieron siete hijos: Jesús, Enriqueta, Aurelia, María, Pío, Lucía y Luisa. A mi no me consta que hubieran tenido ningún otro, con anterioridad a Jesús o entre el resto de hermanos, aunque no era extraña en la época la muerte de algún hijo.


Quisiera, y lo haré cuando tenga tiempo, seguir investigando los orígenes de Lucía y Pío. Nada me gustaría más que poder viajar y visitar registros, parroquias y archivos. En algún momento me dedicaré a ello pero, por ahora, si alguien tiene alguna información o conoce algún dato relativo a ellos que no se haya mencionado en este blog, es buen momento para retomarlo. Tenemos la gran suerte de contar aún con algunos de sus nietos que pueden seguir descubriéndonos historias y datos interesantes sobre nuestros antepasados. Invito nuevamente, tanto a  los que nos "vemos" por aquí de vez en cuando como a los que no lo han hecho aún, o los que hicieron algún comentario ocasional pero no han repetido, a participar cuando quieran. Por supuesto, mi respeto total a quienes no les apetece, no les gusta o, simplemente, no les interesa. 


Y siguiendo con los hijos de Lucía y Pío, nuestros padres, tíos o abuelos, y para tener claro quienes y como eran y de donde venimos nosotros, al tiempo que para aportar alguna novedad, esta colección de fotos. Algunas, como la de Jesús, inédita en el blog. Se trata de una de las muchas y estupendas fotos que me mandó Juan Carlos hace ya mucho. En cuanto a las de Enriqueta, Aurelia y Lucía, puesto que no dispongo de otras fotografías de su juventud, he intentado cortar, sacar y retocar lo mejor que he podido, sus imágenes de fotos ya vistas aquí. No por ello menos interesantes y entrañables. De Pío, lamentablemente, no tenemos ninguna imagen en la que podamos saber como era en sus primeros años. Obviamente, de quien más fotografías tengo es de mi abuela, así que ahí va una foto, también nueva, en la que la vemos muy jovencita y diferente a lo que solemos. Capítulo aparte merece la fotografía, para mí enigmática, de Luisa. Me la envió Enrique al principio del blog y no encontraba nunca la ocasión para ponerla. Tiene doble interés porque en ella aparece sentada en el pozo que había en el patio de la casa de la abuela Lucía, y que recuerdan quienes conocieron ese patio, así que podemos vislumbrar de nuevo la casa donde nacieron todos ellos.



Jesús




Enriqueta




Aurelia




María




Lucía




Luisa



Finalmente, una fotografía muy posterior al resto pero que enlaza, creo, con el principio de esta entrada y origen de este blog. En ella se puede ver a un muchacho que no es otro que Luis, mi padre, acompañado de un niño que no sabemos identificar, junto a unos becerros o vaquillas. En esa época, era muy aficionado a los toros y en una ocasión dio un buen disgusto en casa al saltar como espontáneo durante una corrida en Las Ventas. Pero como podéis imaginar ese no es el motivo por el que pongo esa fotografía aquí, sino porque se hizo en Seseña, el pueblo natal del abuelo Pío, y donde mi padre recuerda haber ido muchas veces a pasar el día durante esos años. 


El círculo se cierra pero espero que dé paso a nuevas historias, fotos y comentarios. 


Y, lo dicho, ¡salud y suerte para todos en este nuevo año!