miércoles, 21 de enero de 2015

MARITA

Cuando este blog balbuceaba y daba sus primeros pasos, una mañana me llamó mi hermana para decirme que había hablado por teléfono con Marita, y que pese a su edad recordaba cada una de los acontecimientos y personas que iban apareciendo en la conversación. Marita es una de las personas esenciales en la infancia de mi padre, así que me impresionó saber que vivía y que podría aportar su visión y sus recuerdos a esta atípica y desordenada historia familiar.


Más adelante, su hijo Enrique se implicó e ilusionó con el blog de una manera que nunca le agradeceré lo bastante, aportando fotografías y una documentación impagable, aparte de su entusiasmo y apoyo constante. Y Marita pasó a convertirse por derecho propio en una suerte de madrina, participando incluso de vez en cuando a través de Enrique, comentando fotografías o aportando algún dato.

Tuve la oportunidad de hablar con ella y comprobar su lucidez, sobre todo recordando las historias más antiguas. Al poco tiempo, la conocí personalmente en el encuentro que tuvimos para charlar sobre la educación en la Prosperidad. ¿Tú le conociste? me preguntó desde su silla mientras yo hablaba de ella y de Teso en el Hogar. No, Marita, no le conocí. ¿Cuando cantamos el himno del Hogar? Ja, ja, ja... ¡luego lo cantamos Marita!


Sigo pensando lo mismo que dije en aquella ocasión, que quien debería haberse sentado en esa mesa para hablar del Hogar Recreativo y Cultural, era ella y no yo. Ella, que lo vivió con la edad suficiente como para apreciarlo en lo que significó y contárnoslo, y con la que tuve la inmensa suerte de poder compartir ese día. 


Marita ha muerto esta tarde. Aparte de enviar a su familia un abrazo fuerte, quiero decirle desde aquí que las personas no mueren si alguien las recuerda, y nosotros siempre vamos a recordar a la rosa temprana de este blog.


¡HASTA SIEMPRE MARITA!