jueves, 14 de enero de 2016

CíRCULOS Y VUELTAS


Hola y feliz 2016 a todos. 


Aquí seguimos, dando vueltas a los mismos temas e intentando aportar alguna novedad y repetirme lo menos posible. Aunque quedan fotos por mostrar y, seguro, mucho por decir, pensando y pensando qué podría contar y de qué hilo tirar para que este blog siga enganchándome y enganchándoos, pensé que lo mejor era cerrar un círculo y empezar de nuevo. Por el principio, nuestro principio.


Sabemos que la abuela Lucía era de Estella (Navarra)  y que el abuelo Pío había nacido y crecido en Seseña (Toledo). Lucía, huérfana de padre y madre,  había venido a Madrid junto a  su único hermano, León, huyendo de un aprovechado administrador familiar, y se habían instalado comprando un terreno en el antiguo barrio de la Prosperidad.  Entretanto Pío, cazador profesional, vivía en su pueblo dedicado a descastar los montes propiedad de algún señorito. Por razones un tanto peliagudas con la justicia (aunque esto nunca se ha mencionado aquí), el abuelo Pío se vino a Madrid y aquí conoció a Lucía, se casaron y tuvieron siete hijos: Jesús, Enriqueta, Aurelia, María, Pío, Lucía y Luisa. A mi no me consta que hubieran tenido ningún otro, con anterioridad a Jesús o entre el resto de hermanos, aunque no era extraña en la época la muerte de algún hijo.


Quisiera, y lo haré cuando tenga tiempo, seguir investigando los orígenes de Lucía y Pío. Nada me gustaría más que poder viajar y visitar registros, parroquias y archivos. En algún momento me dedicaré a ello pero, por ahora, si alguien tiene alguna información o conoce algún dato relativo a ellos que no se haya mencionado en este blog, es buen momento para retomarlo. Tenemos la gran suerte de contar aún con algunos de sus nietos que pueden seguir descubriéndonos historias y datos interesantes sobre nuestros antepasados. Invito nuevamente, tanto a  los que nos "vemos" por aquí de vez en cuando como a los que no lo han hecho aún, o los que hicieron algún comentario ocasional pero no han repetido, a participar cuando quieran. Por supuesto, mi respeto total a quienes no les apetece, no les gusta o, simplemente, no les interesa. 


Y siguiendo con los hijos de Lucía y Pío, nuestros padres, tíos o abuelos, y para tener claro quienes y como eran y de donde venimos nosotros, al tiempo que para aportar alguna novedad, esta colección de fotos. Algunas, como la de Jesús, inédita en el blog. Se trata de una de las muchas y estupendas fotos que me mandó Juan Carlos hace ya mucho. En cuanto a las de Enriqueta, Aurelia y Lucía, puesto que no dispongo de otras fotografías de su juventud, he intentado cortar, sacar y retocar lo mejor que he podido, sus imágenes de fotos ya vistas aquí. No por ello menos interesantes y entrañables. De Pío, lamentablemente, no tenemos ninguna imagen en la que podamos saber como era en sus primeros años. Obviamente, de quien más fotografías tengo es de mi abuela, así que ahí va una foto, también nueva, en la que la vemos muy jovencita y diferente a lo que solemos. Capítulo aparte merece la fotografía, para mí enigmática, de Luisa. Me la envió Enrique al principio del blog y no encontraba nunca la ocasión para ponerla. Tiene doble interés porque en ella aparece sentada en el pozo que había en el patio de la casa de la abuela Lucía, y que recuerdan quienes conocieron ese patio, así que podemos vislumbrar de nuevo la casa donde nacieron todos ellos.



Jesús




Enriqueta




Aurelia




María




Lucía




Luisa



Finalmente, una fotografía muy posterior al resto pero que enlaza, creo, con el principio de esta entrada y origen de este blog. En ella se puede ver a un muchacho que no es otro que Luis, mi padre, acompañado de un niño que no sabemos identificar, junto a unos becerros o vaquillas. En esa época, era muy aficionado a los toros y en una ocasión dio un buen disgusto en casa al saltar como espontáneo durante una corrida en Las Ventas. Pero como podéis imaginar ese no es el motivo por el que pongo esa fotografía aquí, sino porque se hizo en Seseña, el pueblo natal del abuelo Pío, y donde mi padre recuerda haber ido muchas veces a pasar el día durante esos años. 


El círculo se cierra pero espero que dé paso a nuevas historias, fotos y comentarios. 


Y, lo dicho, ¡salud y suerte para todos en este nuevo año!