sábado, 24 de mayo de 2014

HABLANDO DE UNO MISMO

Há tiempo que vengo observando como unos y otros van dándose a conocer mediante biografías, auto-retratos, bocetos, etc., que entre ellos se dedican.


Aprovechando, pues, que el presente BOLETÍN es algo mío, quiero usar de sus columnas para que nadie ignore las causas de mi existencia y las anécdotas de mi vida, puesto que también yo me creo con derecho que no con méritos, para darme a conocer. Así comenzaré diciendo que nací, muy chico (ahora ya voy creciendo), el año 1905, contando en la actualidad veintisiete años, dos meses y parte de otro.


Un día tuve la mala ocurrencia, con otros amigos, de fundar un Centro. Bueno será decir que antes de fundarlo ya era considerado por mis obras como la incubadora de las letras, pues tenía producciones como las a continuación expuestas: La Urbanidad de un Guardia Urbano, que no sé si andará ahí rondando alguna obra de este título, debido a lo desaprensivos que son los escritores de hoy en día que por salir del paso no dudan en dedicarse a la Plagioartisticoliteratura, Elefante en busca de nidos; Tratado de la Asueroquirurgicoterapiafonética, que a pesar de ser un tratado que de nada trata, se ha visto muy favorecido por el público y crítica, etc., etc.


En este Centro, y merced a un verso que tuve la osadía de hacer y leer, fui considerado como un gran poeta.


Lo que hoy tenéis la desgracia que caiga en vuestras manos, son simples notas de mi vida, porque antes de nada y ya que me han hecho poeta, quiero darme a conocer con toda clase de detalles, para que el día de mañana, que sea honra y prez de la literatura española, se sepa quién soy, de donde procedo, y no se lea al pie de mis obras: de autor desconocido; que casi es como decir que tales obras son incluseras, lo cual me parece poco honroso para la poesía. Y yo seré un mal poeta, un mal escritor, pero ¿un mal padre?...¡jamás!


Y dicho lo que antecede, vamos con mi nombre.


Les ha dado a muchos por llamarme Germán, que, según dicen es mi nombre de pila, y con él me conformo. No así con el apellido, ya que hay quien confunde el mismo con las patadas o pisotones de los burros, y me llaman Lacoz; otros, más benévolos me llaman Lacol, que es lo mismo que llamarme la berza; pero, en fin, dejémonos de divagaciones que a nada conducen, y continuemos el cuento, biografía, o lo que sea, ya que de todo tiene, aunque de nada se encuentre.

Dicen, y yo como lo compro lo vendo, y al que le pique ajos come, y no por mucho madrugar amanece más temprano, o al revés si os da igual, no por mucho tempranar amanece más madruga, etc., etc., que nací en el caluroso mes de Agosto, el día de Nuestra Señora de los Ángeles, del año antes citado. Yo no creo haber nacido en este mes, debido a que siempre me hallo muy fresco, aunque esto tampoco tiene nada de particular, si nos fijamos en las personas que me rodean.

Dejemos esto también, y concluyamos ya diciendo, que mis producciones en verso casi todas son más alegres que unas sevillanas, pues no encuentro forma de rimar la tristeza, y en cuanto a la prosa, para muestra basta un botón, tras de ser mala por meterme donde no me llaman, se semeja por lo triste  un entierro de tercera en carretilla y sin acompañamiento de personas, ni de mulillas con plumeros negros, con las que más bien parece que va uno a los toros que a servir de abono a las patatas del enterrador.

También manifestaré que yo, (q.e.g.s.) (esta Gloria es una jamona cañón), me morí una vez, y en la actualidad muerto estoy que no coleo, ya que el médico, persona muy entendida en afecciones versátiles (por la relación que pueda tener la palabra con los versos), se empeñó en decir que yo la había diñao, y aunque quise protestar, no me dejó, diciendo que había espichao por la versoencefaliticogalvanoplastialaringologia, y en este plan, y según él continúo, hablando por un resorte catastróficomaquiavélico, colocado en la región, como si dijéramos, de los hielos, sita en el trigéminicocariacontecido, y tratan de lograr, por medio de la radiopatiadifusiocardiacaelectromagnética, mi renacimiento, exclamando: "Levántate y anda", con los tiempos de la cristomanofobia.

Voy a terminar definitivamente, porque he perdido los estribos, y a lo mejor me lanzo a hablar del puerto de mar de Pozuelo, cuyas aguas salobremeicoenciclopédicas bastan por sí solas a curarlamustiahidrofobiliapericoteria.

Además, está visto que cuando trato de hacer una cosa sale otra, o no sale ninguna, debido a que también padezco la artríticocamafeótica, que es un enfermedad crónica, por tener raíces muy antiguas, ya que derivan del griego, y que significan desarticulación de los huesos, producida por el aparato nervioso, irritado por el abuso del café y el narcótico.

Como habréis observado, ya voy terminando varias veces, y aunque ninguna ha sido la última, procuraré que sea esta, pues adivino que estáis todos vosotros contagiados de la enfermedad del bostezo y el sueño, denominada bostezo mefeolítica; pero antes deseo me digáis, en el próximo número si lo que padezco es una barbariglvanitis o si soy un ¡viva la Virgen!, con la afección de la pleuraneurasteniomaníaestrambótiqueridicularizada.

Beso a ustedes las plantas seudopedicurocallosas, nada más que de boquillambaricocefacifola.

He escrito.

                                                                                GERMÁN LACORT

HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL

                                                                                              BOLETÍN MENSUAL DE CENTRO

                                                                                                     Número 4

                                                                                                 Madrid, 15 de Marzo de 1933

                                                                                                      Año II

 

He transcrito textualmente el texto de Germán sin añadir ni quitar una coma, y espero haber sido capaz de copiar correctamente cada una de sus palabras. Su singularidad habla por sí misma. Ojalá sirva para que sus familiares lo puedan leer y disfrutar.





 

 

14 comentarios:

  1. Ojala apareciera alguno de sus descendientes. Seguro que tarde o temprano alguno descubrira el blog y podra ver la valia de su bisabuelo. Tal vez lo haya descubierto algun nieto y no lo entienda por no saber castellano, Paciencia.
    Un abrazo

    pd. Siento la falta de acentos( soy un fanatico de ellos) pero escribir en el movil es lo que tiene.

    ResponderEliminar
  2. Juan Carlos
    Mi hermano y Mari Cruz hablaron con su hijo Basilio, pero no tiene internet, es una pena.
    Si duda una persona fuera de serie.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Hola,

    Ya no me acordaba de que habían hablado con Basilio. Pero ¿ Se sabe algo de su descendencia?
    Cuando era pequeño y vivíamos en López de hoyos115, tuvimos visita de Francia ( recuerdo que daban tres besos al saludar) y debían ser de esta familia.

    Lo dicho una mente y pluma privilegiada.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Una pasada como inventaba palabras. Que bien que lo hayas publicado Carlos me encanta.
    Besos y abrazos

    ResponderEliminar
  6. Querido Germán (q.e.g.s): Ante todo manifestarte mi deseo de que sigas en la "Gloria jamona" a ser posible de Ibérico.
    La presente tiene por objeto aclararte que estoy encantada de que haya caído en manos de Carlos este relato, estas notas de tú vida, y que espero que pongas de tu parte para que sigan cayendo más.
    Cómo no puede ser menos para un gran poeta, un gran escritor, un gran personaje, una excepcional persona y..., demás atributos que te fueron otorgados por las Musas del Parnaso y ratificados al día de hoy por los Carrascosa, gracias, no a la radiopatídifusiocardiacaelectromagnética sino a la ciencia, que no al "intelecto" (ya habrá ocasión de contarte a que me refiero y que meteduras de pata se siguen cometiendo en nombre del bien común en este País, entre otros, ) a través de este invento laico, aunque bien puede parecerte divino, que se llama "blog", reclamamos tu renacimiento y a coro exclamamos: "Levántate y anda" no con los tiempos de la cristomanofóbia, sino de la informática, gracias a la cual nos estamos enterando de las causas de tu existencia y las anécdotas de tu vida, aunque debo aclararte que el CENTRO que fundaste con otros amigos fue una buenísima ocurrencia en contra de lo que tú pensabas, y que ese CENTRO, dejó una huella que ha llegado hasta nuestros días y que aún hoy, algunos lo recuerdan como lo mejor de su infancia y siguen cantando a todo el que quiera oírlo, el himno de cuya emblemática letra sabemos que eres autor. Por todo lo que representó ese Centro y cuyo espíritu se ha perpetuado hasta hoy, insistimos en que "Te levantes y andes" y que sigas estando vivo y presente en este escenario gracias al cual te has presentado para algunos, por suerte yo te conocí, y hace mucho que supe que eras honra y prez de la literatura española, aunque como sospechabas hay muchos que se auto llaman escritores que le dan a la Plagioartisticoliteratura, pero no pierdo la esperanza de leer algunas de esa obras escritas antes de los veintisiete: La Urbanidad de un Guardia Urbano, Elefante en busca de nidos y Tratado de la Asueroquirurgicoterapiafonética, títulos más que interesantes para leerlos de tirón, y rastrear en las bibliotecas hasta dar con ellos. Si los encuentro pienso lanzar al mundo tu autoría.
    Voy a terminar, porque creo que yo también he perdido los estribos y a lo mejor me lanzo a hablar no del puerto de Pozuelo, pero si del mar de la Castellana y de la Sirena Varada que espera a que pase Ulises por Rubén Darío. Además, está visto que yo también cuando trato de escribir una cosa me salen ochenta que nada tienen que ver con la primera debido a que creo que también padezco la artríticocamafeótica, en mi caso producida por el abuso del té y el chocolate. Y antes de que sufra mareos e insomnios literarios que se lleven la noche y me quede en blanco, y aburra a los del más acá, te agradezco este escrito tan significativo de tus dotes literarias, tu alegría de sevillanas, de !Viva la Virgen! Tu ilusión de vivir a los veintisiete con el futuro de un gran poeta por delante, lástima que...
    Ya termino, pero antes insisto en: "Levántate y anda" y que este blog siga siendo el punto de encuentro entre los de aquí y los que estáis allí. Que el blog sea una representación de aquel escenario mítico del Centro que como escapado del túnel del tiempo se pasea por el mundo que ahora llamamos "Red", con la pianola, los maceteros de don Pedro y tus cortinas.
    Beso la foto del 20.5.44 y me pregunto cuál era tu ánimo ese día.
    (Gracias Carlos, el relato de Germán es una joya que pienso enmarcar. Un abrazo)

    ResponderEliminar
  7. Hola a todos!

    Como he dicho varias veces, lo que pretendía cuando se me ocurrió empezar con este blog era que pasáramos ratos agradables recordando o descubriendo historias relacionadas con la familia Carrascosa. También viendo fotografías, unas conocidas por cada uno de nosotros y otras no. Además, como lo que me impulsó a hacerlo fue el recuerdo del Hogar Recreativo y Cultural porque siempre creí que valía la pena que no cayera en el olvido, compartir algunos de esos viejos papeles que han llegado hasta hoy. Sigo creyendo que el Hogar lo merece y cada día que os enseño algo o hablo de él, siento que hago justicia a la memoria de todos aquellos que trabajaron tanto para ponerlo en pie.

    El próximo julio el blog cumple un año y os confieso que tenía pensado darlo por terminado ya que creo que el objetivo está cumplido. Además he tenido la suerte inmensa de contar con vosotros que estáis participando y disfrutando tanto como yo de algo que puede resultar un poco "friki". Veo que somos varios frikis, dicho con todo el cariño, así que seguiré tirando poco a poco de este hilo mientras haya cosas que nos puedan interesar y podamos compartir. Los amarillentos papeles del Hogar son una mina y de ahí sale este texto de Germán. Unas palabras insólitas que nos dicen mucho de la personalidad nada convencional de este hombre lleno de talento. Como ya dije, me encantaría que su familia las conociera.

    Efectivamente, hablé con Basilio y Mari Cruz también, gracias a que Concha nos dio su teléfono. Con quien todavía no he hablado es con su hermana, Aurelita, pero cualquier día lo hago. Basilio no tiene hijos y tampoco maneja internet por lo que no estoy seguro de que tenga posibilidad de ver el blog. Creo que Aurelita sí tiene familia, y confío en que pueda llegar a ellos. Juan Carlos, sin duda, la familia francesa que recuerdas eran ellos.

    Mari Cruz, sabía que te gustaría este texto. Tu entusiasmo salta de las líneas que has escrito, dignas herederas de las cartas y enseñanzas que disfrutaste de Germán. Me gusta mucho eso que dices de la conexión entre los de acá y los de allá, y me uno a tu "levántate y anda". Sólo una matización. La letras del himno del Hogar, del que hay dos versiones, son de mi abuelo. La música, en un caso es de un tal Pablo Tapias y en el otro, "Himno de los amigos del Hogar", de Juan S. Martos. Precisamente iban a ser, y lo serán, el motivo de una próxima entrada.

    Qué lastima que la vida, la guerra y el tiempo sólo hayan permitido que conservemos tres o cuatro boletines del segundo año del Hogar, aparte de otras cosas como sus estatutos y la memoria, fundamental, del primer año.

    Seguiremos.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. Siento haber atribuido a Germán lo que era de tu abuelo, pero creo haber oído decir en mi familia que la letra del himno del Hogar era de Germán.
    Respecto a la descendencia de Aurelita, que yo sepa tuvo dos hijos: Frank y Muriel, pero no sé si será abuela.
    MI hijo Pedro que vive en Francia habló tanto con Aurelita como con Basilio. Este agradeció mucho que alguien de la familia le llamase y poder hablar español, pero con Aurelita sólo hablaron en francés.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. No pasa nada. Es lógico que después de tantos años todo se haya ido mezclando y si no estuviera documentado tampoco lo podría asegurar. La letra del himno del Hogar está incluida en uno de los boletines. La otra, en una cuartilla escrita a máquina. Lo pondré en el blog en algún momento.

    ResponderEliminar
  10. Hola a todos:

    Germán, sin duda, era una persona excepcional en muchos sentidos. Este texto que has transcrito muestra claramente su personalidad: un hombre muy libre, desinhibido, inteligente, agudo, crítico, jovial, sano, bondadoso y con un sentido del humor muy peculiar.
    Yo poco puedo añadir a lo que habéis comentado Mari Cruz y Carlos, pues con ello queda dicho todo, pero sí quisiera decir que algo que da idea de la excelente persona que fue es la adoración que sentían (y sienten) por él sus sobrinos. Mi madre siempre le tiene en su boca y me cuenta muchas anécdotas de él. Una de ellas es que cuando eran pequeñitos no le dejaban ni a sol ni sombra y tenían un poco harta a la tía Aurelia. Por época navideña les enseñaba la letra de algún villancico para que le pidieran el aguinaldo a su abuelo: "Nuestro abuelo nos va a dar una perra a cada uno; si nos da una para todos, no la queremos ninguno". La tía Aurelia les decía: "niños, estáis muy mal educaditos"...
    Inventarse palabras como las de Germán (y según leo, alguna de Mari Cruz) es un ejercicio muy sano. Yo he inventado alguna especializándome en aquellas que les resulten difíciles de pronunciar a los extranjeros (aunque no soy xenófobo). A mis amigos de la Universidad les decía que si hubiera descubierto un nuevo elemento químico le habría llamado "chujurrullungüeño". A la estación de una maqueta ferroviaria que estoy haciendo le voy a poner de nombre "Chagizahulla-Güendorriña" (que se fastidien). En fin, tengo unas cuantas que algún día integraré en un diccionario de "palabras bonitas y elegantes", sobre todo haciendo apología de nuestras queridas ñ, ll, ch, los sonidos de la g, la rr... aunque no sea más que para reírme de mis propias tonterías, que eso es sano y tiene propiedades terapéuticas.
    Ya más en serio, retomando lo anterior, no puedo por menos de sentir profundamente el drama que vivieron él y Aurelia (también los que se quedaron aquí). La guerra les separó de su familia, de sus amigos, de su país, de todo aquello cuanto querían y por lo que habían luchado... También acabó con el Hogar, por el que tanto trabajaron, esa institución mágica que tanto poso ha dejado a nuestros mayores, porque aprendieron mucho, se divirtieron y se formaron como personas. Era su punto de encuentro con sus amigos y familiares, su vida y, de alguna manera la mía, porque mis padres se conocieron allí.
    Es profundamente injusto lo que les deparó el destino, cuando aun eran muy jóvenes y con ganas de vivir y, aunque en Francia encontraron una nueva patria que les permitió hacer su vida y allí continuó escribiendo sus poesías, pienso que su alegría y buen humor se apagaron para siempre.
    Por ello cuando oigo tambores de guerra, aunque sean lejanos, no puedo evitar conmoverme y pensar en ellos y en otros que como ellos sufrieron tanto. Esperemos que haya un poco de cabeza y Europa no acabe sumida en un nuevo desastre.
    Germán sigue vivo de alguna manera y el blog contribuye a ello. Así que, Carlos, no pienses en darlo por terminado, porque aun habrá muchas cosas que contar y de las que sentir nostalgia, admiración, cosas de las que reírnos... En fin, es un punto de encuentro que creo que debes mantener vivo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Mi padre no recuerda con nitidez a los tíos Aurelia y Germán de aquella época. Era muy pequeño. Después de muchísimos años, como ya conté, los vio una sola vez en su visita a España y ese es el recuerdo físico que tiene. Y sin embargo, siempre los ha tenido presentes en su memoria y para mí han sido personajes casi cotidianos, aún sin conocerlos. Los años del Hogar, su exilio, su participación en la resistencia francesa...

    El otro día mis padres me contaban que en los años cincuenta vinieron a España un par de estudiantes franceses amigos de Germán y Aurelia, y los recuerdan muy bien. Uno de ellos se llamaba Jean. Querían conocer Toledo y como mi madre es de allí, les acompañaron y les enseñaron la ciudad. Al parecer, el tal Jean, fumador de pipa como mi padre, le recomendó una marca de tabaco, y es la que fuma todavía.

    Ya he dicho el alguna ocasión que uno de los regalos que me ha proporcionado el blog ha sido poder tener más información sobre ellos, unas personas por las que siempre he sentido admiración sin tener demasiados datos. En definitiva, ver como personas de carne y hueso a quienes solamente conocía a través de pequeñas pinceladas un poco románticas y tres fotografías de un niño y una niña pegadas en el álbum de fotos familiar: "los de Francia".

    Después de conocer muchas más cosas gracias a los que los que los habéis tratado más y de poder ver sus caras, han cobrado una nueva dimensión y me ha sido posible entender mucho mejor algunas palabras que he leído muchas veces, y tener una idea más precisa sobre Germán. Este texto es deslumbrante pero hay otro que a mí me encanta y del que incluso usé una parte en aquel primer "trabajo" sobre el Hogar que dio lugar a este blog. Un texto sobre el modelo educativo que llevaban a cabo y donde queda clara su idea sobre la educación. Realmente no se puede tener la mente más abierta a la innovación y al progreso. En algún momento lo transcribiré completo.

    Ahora, que me es un poco más cercano, todavía le admiro más.

    Abrazos a todos.

    Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente Carlos, ahora que lo comentas, es cierto que vinieron unos estudiantes franceses a finales de los cincuenta (yo casi diría que ya en los sesenta). Creo que son los mismos a los que se refiere tu padre; se llamaban Jean y Christian. También estuvieron en casa de mis padres algún día y mi hermano hizo con ellos un viaje de unos días a Alicante. Les encantó la tortilla de patata, lo recuerdo perfectamente.
      Germán es muy admirado por toda la familia y es una gran pena que se viera separado de ella y que se haya perdido gran parte de su obra que continuó desarrollando en Francia.
      Adelante con el blog, no pienses en cerrarlo.

      Un abrazo.

      Eliminar