Ya de vuelta de las vacaciones y aquí estamos. Espero que el verano os haya ido bien a todos y que sigamos "viéndonos" por esta ventanita . Seguro que nos quedan cosas por contar y motivos para que nuestros caminos se crucen de vez en cuando en este blog.
Aunque en algún comentario de entradas anteriores hablamos de ello, no quería dejar pasar más tiempo sin mencionar la publicación de un libro y su presentación en la pasada feria. Se trata de Soplar al Cierzo y viene más que a cuento porque su autora no es otra que Mari Cruz Vilar. Me encanta haberme encontrado en la vida con esta prima escritora, a quién no conocía hasta hace relativamente poco tiempo. Y digo lo de relativamente, porque a estas alturas tengo la sensación de conocerla desde siempre.
Recomiendo sinceramente su lectura a quien no lo haya hecho. Me parece que Mari Cruz juega un poco al "engaño" cuando, modestamente, habla de su obra como relatos, cuentos... algo así como "poquita cosa". Más que cuentista, con todo lo que eso significa, creo que es novelista. Y de las buenas. Este libro, efectivamente, es una sucesión de relatos cortos que más parecen capítulos de una historia mucho más profunda, complicada y comprometida de lo que quiere hacernos ver su autora. Una galería de personajes y situaciones descritas con una sencillez, sólo aparente, que ocurren en tierras aragonesas pero que podrían sucederse en cualquier sitio. Nos habla de seres humanos y todo lo que ello conlleva. Eso sí, ambientada en un lugar concreto que termina siendo casi conocido para el lector.
Por supuesto, esta sólo es mi opinión. No soy un erudito ni un crítico literario, ni lo pretendo ser. Simplemente un lector aficionado, que ha leído este libro con mucho interés y mucho cariño, desde luego, pero que ha sido completamente atrapado por él.
En fin, no digo más. No os defraudará. Entre tanto, espero con muchas ganas la publicación de su novela, Estelas, sueños y buhardillas, que adelanta la contraportada de Soplar al Cierzo.
Enhorabuena Mari Cruz!
Yo lo tengo pero tengo que reconocer que aún no lo he leído, por lo que poco puedo aportar y tratándose de mi prima además de no estar capacitado no ser seria objetivo por el cariño que la tengo.Únicamente animarla a seguir escribiendo porque me parece un arte apasionante y fundamental para el desarrollo y el progreso de la humanidad hacia un mundo diferente al que tenemos ahora.
ResponderEliminarBueno, bueno, bueeeno... Carlos, no puedo decirte más que GRACIAS. Primero por esa buena sintonía que tenemos, es cierto pero, a mí también me parece que te conozco de siempre, que hemos compartido muchas cosas y que nos han unido de verdad. Los dos somos unos cuentistas (en el mejor sentido de la palabra). ¿A quién saldremos? Luego, porque me hayas leído con cariño y benevolencia, aunque si soy sincera, y lo soy, sabía que te iban a gustar, precisamente por que hablo de personajes sencillos, inmersos en la vida cotidiana de un entorno rural y enfrentándose a lo mismo que hacemos todos, todos los días: vivir conforme las circunstancias nos dejan, en un pulso permanente con el tiempo. Historias de vidas, de apariencia discreta, que a veces encierran volcanes. ¿Y quién no guarda algún secreto?
ResponderEliminarGenial que te hayan gustado. Me encanta saberlo y me emociona, además, fue muy bonito verte en la Feria, y un inmenso placer tener la certeza de que estos relatos, a veces un poco tristes, al final te han dejado un buen sabor de boca. Gracias Carlos.
Querido José Antonio, yo también te quiero y me encantó que fueras a la Feria. Ojalá que algún día te decidas a leerme, y con sinceridad me digas que te ha parecido.
Desde el cierzo aragonés al levante tarifeño, besos "soplados" a todos.
Hola a todos:
ResponderEliminarYa estamos de vuelta en “los madriles” después de un verano en el que, por primera vez desde hace cuatro años, hemos podido descansar un poco Amelia y yo. Los cuatro anteriores no fueron nada buenos. Espero que a todos os haya ido bien.
Yo también he leído el libro y me ha gustado mucho cómo está escrito. Algunos relatos como el de Arsenia, el del buitre, el del pastor... ya los había leído antes de su publicación porque me los había pasado Mari Cruz. Me uno al comentario que haces, Carlos, en el sentido que, aunque son relatos cortos forman parte de un todo y que, efectivamente, podrían tener lugar en cualquier pueblo. La descripción de los personajes, sus costumbres, sus sentimientos y los parajes del lugar es perfecta; de manera que resulta fácil imaginarse esos ambientes y a esas personas.
He consultado también la página de Morospedia hace sólo un par de días y, en efecto, las casas colgantes del pueblo, la ermita, el río, son prácticamente como me los había imaginado. El pueblo, en su conjunto, quizá me lo había imaginado algo más pequeño. Debo reconocer que tengo cierta ventaja en esto, porque conozco los ambientes rurales del pueblo de Amelia y sus alrededores y las costumbres de sus gentes que son casi más aragoneses que castellanos. El terreno calizo con altos farallones de roca donde anidan muchos buitres es muy parecido al de Moros.
Yo también animo a Mari Cruz para que siga escribiendo, porque lo hace muy bien y los relatos que cuenta tienen un profundo realismo y hacen sentir. Sólo una peguita (mínima) Mari Cruz: algunos encogen un poco el corazón por el protagonismo de la muerte (pobre Arsenia, pobre pastor, pobre León...). Pero he de reconocer que quizá no soy objetivo en esto, por ser muy, muy vitalista y adorar tanto la vida. De todas formas, algunos tienen su gracia, como el de la harina, con Honorio vaciando el último saco en el río.
Me reitero en lo que dije en una entrada anterior: Entre los Carrascosa y descendientes abunda el talento literario y artístico. Hay suficientes muestras de ello. Ánimo y a publicar la novela "Estelas, sueños y buhardillas", que leeremos con interés.
Un abrazo a todos.
Enrique, me alegro mucho de que tras cuatro años, hayan llegado las tan merecidas y necesitadas vacaciones para Amelia y para ti. Que se repitan siempre.
ResponderEliminarTambién estoy de vuelta y encima me ha recibido el viento. No es el cierzo ni el levante pero huele a mi pueblo, a los madriles, y a mí, a pesar de todos los inconvenientes de esta ciudad, Madrid me encanta.
Gracias por leerme. Igual que a ti, se me encoge el corazón con algunos de mis relatos. Yo también soy vitalista y realista, pero la vida, el amor y la muerte son el pan nuestro de cada día y eso es lo que he querido contar. Sé que el personaje de Arsenia te gustó, pero... tras una larga vida como la que tuvo, qué otra cosa podía haber.
Lo dicho, encantada de que me hayas leído.
Un beso a todos