martes, 9 de diciembre de 2014

NAVIDAD

 

No soy muy dado a estas fiestas que se nos aproximan ni tengo muy acentuado el espíritu navideño, pero ya que se nos echan encima de forma inevitable, quiero aprovecharlas para desearos a los que seguís el blog, tanto si participáis en él como si  sólo lo veis de vez en cuando, familiares o no, que tengáis unos días amables.

 

Y lo hago rememorando aquellas navidades Carrascosa que no viví pero me han contado tantas veces. Unas navidades en las que mi abuela llevaba a asar el cordero para la cena de Nochebuena a  la tahona de los barritas en Cardenal Silíceo, en las que después de la cena se reunían los tíos y primos para brindar y celebrar, en las que mi madre muerta de la vergüenza cantaba su Maitechu mía animada por mi abuelo, donde Je cantaba y bailaba la tarantela italiana aprendida durante la guerra, donde también estaban la hermana de mi abuelo,  la tía Victoria, y el tío José Luis, los tíos Toto, en las que se recitaban los montones de versos y obras de teatro aprendidas en los años del Hogar, donde se bailaba La Sinda y se cantaba aquello de los pastores son, los pastores son, los primeros que en la Nochebuena... y en las que en una ocasión mi abuela, muy supersticiosa, salió a la calle a buscar al sereno e invitarle a cenar ya que los comensales eran trece, número innombrable en mi familia.

 

Lo dicho, que tengáis un próximo año estupendo, que se cumplan vuestros deseos en la medida de lo posible y en la de lo imposible, que sigamos sabiendo unos de otros (escribí a Aurelita y tuve la grandísima ilusión de recibir su contestación por carta) y que los que andan pachuchos se recuperen.  Como decía mi tío Alfredo en su felicitación de Navidad del Hogar de 1932: Os deseo en el año nuevo, salud y prosperidad...








11 comentarios:

  1. Querido Carlos, aunque no soy Carrascosa, sí pertenezco con honor al grupo de tus amigos, así que doy por recibida tu felicitación a la vez que yo también os mando eso que dices tan bonito de "pasar unos días amables" que, para los que como tú tampoco tenemos ese espíritu navideño tan cotizado, es lo menos que podemos pedir... y más aún esos ¡¡¡deseos imposibles!!! Un besazo para todos, aunque espero veros en persona para dároslo.

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  2. Leyendo el comentario de mi hermano, vienen a mi memoria recuerdos de esas navidades, en las que yo era muy pequeña, pero que quedaron guardados para siempre y parece que fuera hoy. No puedo olvidar el arbol de Navidad que adornaba mi prima Boli, a mi me parecia enorme, unos años con bolas doradas, otros plateadas, pero hay uno que llamo especialmente mi atencion estaba decorado con cajas de cerillas forradas en dorado, era una maravilla, precioso y tambien perece que estoy viendo a mi abuela, sacar las espina de besugo y dec irnos a todos "mirar como se ve la virgen" y es que puesta la espina al trasluz se veia una virgen, durante años tratamos de buscarla y nunca la volvi a ver.
    En fin eran Navidades unicas que siempre guardare en mi recuerdo.
    Y volviendo al mundo real y aunque cada dia me gusten menos, Felices fiestas a todos y que las disfruteis mucho.
    Besos
    Marisa

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  3. Querida Familia;

    A mí si que me gustan las Navidades aunque siempre me pregunto " el porqué ". Este año apuntan a la misma situación de los últimos años ( estres, viajes relámpago, comilonas, perder 8 días de vacaciones, etc..), sin embargo me encantan y estoy empeñado en que siga siendo así por el resto de las que me queden. Tal vez me recuerde a;

    - Las años de mi infancia en que venía a la casa familiar de los Carrascosa, mis tios, tias, primos y primas y cantábamos villancicos.
    - Los reyes magos en la C/ López de Hoyos y la ilusión de mi hermana Loli por Baltasar. Nunca me traian lo que pedía ( sigo esperando el scalextric, el teatro de marionetas y el fuerte comanci).
    - La cantinela de los niños de San Ildefonso.
    - La película de la Gran Familia y como se perdía y aparecía Chencho en la Plaza Mayor ( me vuelven loco sus puestos)
    - Cuando hice de San José en las Navidades del 79-80 en el Isidro Almazán ( hoy Luis Bello).
    - Aquellas rutas de Bares tomando la penúltima antes de cenar. El trofeo de Navidad del R. Madrid, el Belén de San Rafael, El Belén que montaba mi madre y después yo, Las Nocheviejas que bajábamos a tomar las uvas a casa de mi tía Chely.
    - Cuando volvía a casa por Navidad en la mili desde Cáceres
    - Mis primeras Navidades en Barcelona con mi familia política " Los Cambronero" que fueron divertidísimas.
    - La Nochebuena, Navidad, San Esteban y mi casa llena de niños ( A veces me gustaría ser Herodes)
    - La vuelta a casa a ver a mis padres, a mi hermana, a mi cuñado, a mis adorables sobrinos.
    - Aquello que está por venir, Etc....
    - En fín , espero que sigan siendo tan maravillosas como me gusta pensar que lo seran y que este deseo que tengo lo compartáis conmigo. Os deseo unas muy Felices Fiestas y sobre todo un inmejorable AÑO 2015 para tod@s y darte las Gracias Carlos por darnos la oportunidad de celebrarlo en Familia.

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  4. Hola a todos.
    Ya están encima las segundas Navidades del blog de los Carrascosa. Me encantaría que "me encantasen" tal y como le pasa a Juan Carlos, pero yo debo ser de la rama de Marisa y Carlos, y estas Fiestas me resultan muy nostálgicas, no de ahora, que tengo «años para añorar» sino que de siempre las he sentido así y no sabría decir el por qué. Puestos a recordar, tengo muy presente que las Navidades empezaban de la mano de mi abuela yendo a ver el Belén de San Rafael, por cierto, que estos días he tenido que ir allí y donde estaba el jardín hay un aparcamiento, pero el edificio viejo sigue recordando al pasado. También nosotros llevábamos el cordero a los Barrita, y como vivíamos en frente y una de las niñas, que se llamaba Reyes, era mi amiga, yo me paseaba por la tahona y veía meter y sacar las palas llenas de cazuelas bien olientes. El día de Nochebuena era un día de visitas y se iba a casa de los tíos a desear lo mejor. El día de Nochebuena, mi padre nos contaba las Navidades de su niñez, con toda la escasez del mundo pero muy felices a juzgar por cómo se le iluminaban los ojos al recordarlas. Según decía, las Fiestas comenzaban en la plaza del mercado de la Prospe, con el puesto de cajones, donde el abuelo Pío vendía pavos rodeado de nietos. Por la noche, en el patio de los abuelos se hacía una gran fogata y todos cantaban en torno a la hoguera las letras que Germán había escrito para que la panda de nuestros padres pidieran el aguinaldo al abuelo. Pero bueno, estas cosas mejor que las cuente los que las vivieron, como Marita, Moreni, Luisito, y todos los demás que por suerte siguen teniendo memoria para hacerlo. Y si, yo también recuerdo a mi padre contar y cantar lo de ya se va la Sinda por agua a la fuente... Bueno, lo dicho, que se animen a contar los mayores y que sus hijos o nietos nos lo cuenten a los demás.
    Os deseo a todos FELICES DÍAS, y a ver si el Año Nuevo nos trae otra quedada Carrascosa. Un abrazo fraternal.

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  5. Buenas!

    Pues tengo que decirte Juan Carlos que yo fui un suertudo porque tuve el scalextric, el fuerte, y hasta el teatro de marionetas, que aún conservo. De toda la vida me encantan las marionetas.

    Hablas de cuando ibas a casa de tus abuelos en López de Hoyos. Hace muy poco tiempo que hemos andado por allí y mi padre me enseñó cual era esa casa, que por cierto estaba justo encima de la tienda de los padres de mi abuelo y donde él nació. Creo que alguna fotografía de las que me mandaste hace tiempo estaba hecha en uno de aquellos balcones. En algún momento habrá que seguir poniendo fotos aquí, que todavía quedan un montón.

    Mari Cruz, de la Sinda qué te voy a contar... todos los años la cantamos y la bailan mi padre y mi hermana, que esos son Carrascosa de pura cepa. A mí me cuesta un poco, ja, ja, ja... Igual que buscamos la Virgen, cuando hay besugo, aunque como dice mi hermana, nunca la vemos.

    Por supuesto que nos veremos Uge, y hasta brindaremos por el año nuevo, que seguro que será estupendo, ya verás.

    A mí me gustaría disfrutarlo tanto como Juan Carlos, y claro que hay mil recuerdos entrañables, como esos enormes nacimientos que montaba mi padre y que eran la atracción de la vecindad, pero la verdad es que me cuesta, me cuesta... Me comprometo a intentarlo este año. A ver si lo consigo. Ya os contaré. Y, por supuesto que haremos otra quedada Carrascosa en cualquier momento.

    Besos para todos.

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  6. Por cierto, es verdad que son las segundas navidades del blog. Increíble. Nunca lo hubiera pensado así que os lo agradezco una vez más.

    Más besos.

    Carlos

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  7. Hola,

    Lo mio es cabezonada, me empeño en que me gusten y no desespero en lo del scalextric , Ji,Ji

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  8. Carlos, vaya suerte la tuya de tener todas esas cosas que a Juan Carlos no le llegaban, seguro que porque era un trasto. Sin embargo yo, que siempre fui una niña muy buena, me quedé sin que los Reyes me trajeran una Gisela maravillosa de esas que exhibía El Segoviano en aquel escaparate espectacular que nos ponían los dientes más que largos a los de mi generación. Claro que yo siempre lo achacaba a que las «Tres Bes» no era un establecimiento de mucha solvencia para echar la carta de los Reyes, pero en el barrio no recuerdo que hubiese otro buzón para tal fin.
    Juan Carlos, ya ves que no has sido el único, y que conste que con el sentido del humor que me parece que le echas a la vida, creo que no era porque fueras trasto, sólo que los Reyes querían probar tu perseverancia año tras año.
    Mi padre hacía unos belenes preciosos, y el tejado de las casas lo conseguía con los cartones ondulados que venían dentro de las cajas del Calcio 20. ¡Cuánto ha llovido!
    En mi casa, el más festero es mi hijo Pedro, y sobre todo por él mantenemos la tradición del árbol. Cuando era pequeño también nos hacía montar el Belén (que su padre aportó en el ajuar de boda, ja, ja), pero desde hace años me resisto a ese montaje. Nada que ver con mi primo Enrique, que sigue haciendo un Belén enorme y precioso que recuerda a los que siempre vi en la infancia.
    Marisa, la próxima vez que nos veamos bailamos la Sinda.
    Ojalá Aurelita, a través de su nieta "tan española" lea estas elucubraciones de algunos de nosotros. Desde aquí les deseo también FELIZ NAVIDAD y espero ir a conocerlos el próximo año.
    Querido o querida Uge, sólo sé de ti que tus palabras son siempre muy agradables de leer, y el hecho de que nos sigas, a estos pocos Carrascosa, en estos desvaríos blogueros, te convierte en parte de la familia. FELIZ NAVIDAD también para ti.
    Un abrazo a todos.

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  9. Muchas gracias, M. Cruz y Feliz Navidad también para ti y para todos vosotros. Ya he puesto foto, soy Eugenia y...¡cómo no seguiros! Sois una gran familia, entrañable y divertida y tengo además una pequeña parte de culpa en la incursión de Carlos en esto de los blogs, así que no tenía excusa al principio para no seguiros y después... entre todos lo habéis hecho, habéis mantenido la atención viva, como en "La familia y uno más" jajaja... Un abrazo para todos.

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  10. Queridos todos:

    Al fin entro de nuevo. No me perdono la tardanza, pero los últimos acontecimientos que nos han ocurrido (muerte de mi cuñada Puri, el ictus que le dio a mi suegra y la fractura de cadera de mi madre) me apagaron los ánimos.
    A mí tampoco me gustan mucho las navidades por diversas razones como la falta de seres queridos (mi padre, mi hermano, el padre de Amelia, tíos, etc.). Pero guardo recuerdos muy dulces de las navidades de mi infancia. Nos juntábamos mucha gente en casa y eran realmente entrañables. Las pasábamos con Mariano, Moreni, José Antonio... También estuvo alguna vez Mari Cruz, que recordará la ilusión con que íbamos a buscar escorias a un descampado para que la abuela Enriqueta montara el Belén. Comprábamos alguna figurita, musgo y escarcha artificial (ácido bórico, que decían que era explosivo ¡Ja, ja ja!, como químico me meo de risa ante tamaña ignorancia de algunos periodistas y políticos) en la droguería "el segoviano".
    Nos engañaban como chinos en nochevieja, para que nos acostáramos, diciéndonos que el reloj de la Puerta del Sol se había estropeado. Tomábamos las uvas el día 1 por la mañana, al son de campanadas que daba Mariano con un caldero y una mano de mortero. Y tan contentos... ¡Qué tiempos aquellos! ¡Cuánta felicidad y dulzura que hoy escasea!
    No soy muy creyente, la verdad, pero admiro y respeto la figura de Cristo. Hay mucha gente (incluidos algunos católicos practicantes, plenamente convencidos) que no han entendido el mensaje que quiso transmitir: Humildad, generosidad, paz, bondad..., frente a soberbia, egoísmo, guerra y autoritarismo. Nosotros "no sabemos multiplicar" panes y peces (o lo que sea), pero sí sabemos dividir y restar; y si lo hiciéramos nadie se moriría de hambre en el mundo, ni faltaría el trabajo y todos estaríamos un poco mejor.
    Quizá por ello y por añoranza de la infancia recuperé la tradición de montar el Belén (con figuras y casas que aún conservo desde niño) siguiendo las enseñanzas de la abuela Enriqueta. Los Carrascosa son buenos belenistas. Carlos, podría haberte enviado una foto de uno montado por la abuela y otra del mío actual. Aún lo puedo hacer por si quieres insertarlas como felicitación navideña.
    Como a Juan Carlos, a mí también me gustan los puestos de la Plaza Mayor, y también recuerdo con cariño las rondas en los bares con amigos antes de la cena, deseándonos feliz Navidad.
    Este año, la nochebuena será triste para nosotros por nuestra situación pero, no obstante, le he dicho a mi sobrina nieta Emma que traiga la guitarra, que le enseñaré algún villancico. Son los niños los que mantienen el espíritu navideño que a muchos mayores nos falta.
    Muchas gracias, Carlos, por continuar con el blog, que tanto nos gusta, y por vuestras palabras sobre mi madre, en la entrada “ rosa temprana", a ti, a Mari Cruz y a Juan Carlos. Sus pétalos arrugados aún se mantendrán abiertos mientras haya personas que velemos por "que no se marchite la rosa". Desearía hacerle una fiesta para su 100 cumpleaños. También quiero dar gracias a Uge por su afecto a nuestra familia.
    En fin, me he enrollado bastante. Sólo me queda lo más importante: desearos a todos vosotros y seres queridos FELIZ NAVIDAD y que los reyes nos traigan SALUD, paz y trabajo. Con eso, todo lo demás vendrá por sí solo (incluido el scalextric, Juan Carlos, ja, ja ja...).

    Un fuerte abrazo.

    Enrique.

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  11. Querido Enrique, ya se te echaba de menos, aunque comprendo perfectamente que no hayas podido ni tenido ganas de escribir. Esto no tiene ninguna importancia comparado con las cosas que realmente son importantes.En cualquier caso, me alegro de leerte contándonos, como siempre, anécdotas y recuerdos curiosos y entrañables.

    Una vez más, estoy de acuerdo contigo en muchas de las cosas que dices. Me refiero, sobre todo, a eso de los "valores cristianos".

    También debes de tener razón en lo de que los Carrascosa son "buenos belenistas". Nunca, hasta ahora, había sabido de nadie que montara el nacimiento con las escorias de las calefacciones, que hacen unas montañas espectaculares. Al leerte contar que salíais a buscarlas por los descampados, me he visto de niño acompañando a mi padre a hacer lo mismo. Si la tía Enriqueta usaba las escorias me imagino que mi padre debió aprenderlo de ellos de pequeño. Lo mismo que los tejados de las casas fabricados con el cartón ondulado, como contó Mari Cruz que hacía Joaquinín. Todavía conservamos casas hechas por mi él con tejados de ese mismo cartón pinados de rojo, que más parecían caseríos vascos que casitas de Belén. Yo también sigo pongo el nacimiento, aunque los míos no les lleguen a la suela de los zapatos a los de mi padre y los vuestros. Me gusta porque tiene mucho de creatividad, al margen de toda la historia navideña.

    Espero que me envíes las fotos que dices y estaré encantado de publicar una nueva entrada sobre la Navidad. A lo mejor me animo y le hago una foto al nuestro.

    Enrique, recibe un fuerte abrazo y otro para Amelia. Y no dejes de cuidar a la rosa temprana de este blog.

    Carlos

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