sábado, 4 de octubre de 2014

ROSA TEMPRANA

Tomando prestado un verso de Germán, que ya apareció en alguna parte de este blog, titulo esta entrada dedicada a Marita Vilar y, por añadidura, a José María Teso.

 

Marita cumplió noventa y nueve años el pasado mes de agosto, motivo más que sobrado. Su longevidad demuestra la fortaleza de esta mujer luchadora aparentemente frágil, y sus ganas de vivir. Desde aquí, donde recordamos historias de una rama de nuestras familias, un pequeño homenaje. Espero que sea grato, para ella y para nosotros, ya que lo va a ver y disfrutar, y seguro que desencadenará un aluvión de anécdotas.

 

Como ya hemos dicho varias veces, es testigo excepcional de la mayoría de los acontecimientos contados aquí y conocedora de las personas a las que hemos ido recordando en diferentes ocasiones. Por supuesto, testigo y parte de la Institución de amigos de la Enseñanza y del Hogar Recreativo y Cultural, motor del blog, donde estudió, hizo teatro, ganó concursos de disfraces, bailó... y conoció al que sería su marido, José María. En mi casa, siempre Teso. No he sabido su nombre hasta hace poco. Ni siquiera el de la propia Marita: María Luisa Vilar Carrascosa. Mi padre les ha guardado siempre un profundo cariño y no contaba con que a estas alturas iba a volver a encontrarse con su prima mayor, que le crió y quiso tanto.

 

Como digo, estudiaron y se conocieron en el Hogar, donde Teso era parte fudamental.  Muchacho muy ingenioso y con muchas habilidades, heredadas me parece según le voy conociendo, por su hijo Enrique. No sólo se ocupaba de los decorados de todas aquellas funciones representadas en el escenario que ya conocemos, sino que solucionaba los mil y un inconvenientes técnicos que  surgían en el día a día del funcionamiento del centro y del teatrito. Según mi padre, un auténtico McGyver, con ideas brillantes para todo.

 

 

Por ahí empieza el recorrido de imágenes. Gracias otra vez Enrique por facilitarme tanto material que ahora seguimos disfrutando. Desde los dibujos de Teso en su época de estudiante, donde podemos comprobar la seriedad de aquellos estudios y la importancia que se daba en el Hogar a la parte artística de la enseñanza, hasta una felicitación de Navidad de Marita a sus padres, pasando por retratos y fotografías familiares impagables.

 

 

 
 



                                                   José Maria Teso

 
 

 

 
 

Hay mucho que hablar sobre Marita pero no soy yo quien debe hacerlo. Ahí están su hijo, su hermana Moreni, y Mari Cruz, José Antonio y el resto de sobrinos y primos que ya han ido dando muestras en diferentes ocasiones de su cariño y admiración. Por mi parte, sólo decir algo que ya sabéis. Que ha sido un placer tener la oportunidad de conocerla. Algo así como poder vivir y recrear parte de la historia pasada. También, confesar que me dio cierto pudor hablar delante de ella sobre el Hogar en la jornada sobre la educación en la Prospe. Sólo espero haber estado a la altura de sus recuerdos.

Besos Marita.

 
Marita y José María
 



                             Marita y José María Con Enrique y José Mari

 









Marita con Enrique y Marianito

 
Marita y Enrique en la actualidad

5 comentarios:

  1. ROSA TEMPRANA, Y LONGEVA. Y muchas más cosas bonitas.Eso es Marita:una rosa, una joya de apariencia frágil, pero fuerte como un diamante, y encima con memoria de elefante. Ya me voy a la rima, y no es el caso, que eso ya lo hizo muy bien Germán.
    Preciosas fotos, emotivas viendo a los dos con sus hijos. Y emotivo y emocionante imaginarlos en el Hogar, en esa época.
    ¡Qué importante fue el Hogar!. Creo que bien se merecería una EXPOSICIÓN.
    Carlos, preciosas fotos y precioso lo que dices.
    Un abrazo

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  2. Hola a todos,

    Aunque he entrado varias veces en el blog, no me salían las palabras ante un texto tan bonito. Mi recuerdo sobre Marita es muy vago y se remonta a cuando era un chavalín, pero si tengo grabada su dulzura. Un beso para todos y en especial para nuestra antepasada viva de mayor edad.

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  3. ROSA TEMPRANA de mirada vivaz. Los años pasaban sin quererte rozar. Rosa temprana y eterna, rosa de té y de azahar. Allá donde estés tú perfume embriagará.
    Era mayo. Yo tendría cinco años y en el colegio las niñas competían con ramos de flores para poner a la Virgen. Yo también quería llevar uno y grande, y fui con la abuela Enriqueta a María Francisca, a esa casa inolvidable para toda la familia, porque allí se deban cita todos sin necesidad de anunciar visita y siempre eran, éramos bien recibidos. Una casa abierta, alegre y acogedora, con un pequeño jardín cuajado de flores. Mi tía Marita me preparó un ramo precioso de rosas y celindas que abultaba más que yo. Aún recuerdo la cara de admiración de la directora del colegio cuando vio semejante presente, le pareció tan bonito que siempre he tenido la duda si llegó a ponérselo a la Virgen, como yo quería, o se lo quedó. La imagen de aquel ramo siempre la he tenido presente y la he identificado con Marita. Aquellas flores eran lo más parecido a ella: generosas de colores, rebosantes de pétalos, perfumadas... Eran la Primavera atada con un cordel. Hoy me encantaría poder formar un ramillete como aquel y llevártelo, pero sé que no hay flores tan bellas como las del recuerdo, que siempre añoro en mayo cuando florecen las celindas.
    Para Marita con todo mi cariño al recordarla.

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios, bonitas palabras y buenos recuerdos.
    El día 15 de agosto de 1915 nació Marita, la mayor de nueve hermanos y una segunda madre para casi todos ellos. La mayor en edad, pero la más pequeñita en estatura y, aunque con apariencia frágil, efectivamente más fuerte que un diamante. Su bondad, serenidad, prudencia, ternura y dulzura hacían de ella verdaderamente una rosa hermosa y fragante. Germán en su poesía decía: "Sé prudente, no orgullosa, pues el orgullo marchita los pétalos de la rosa". Y así fue, prudente, serena, humilde y sus pétalos tardaron mucho en marchitarse, pues ha sido, junto con el tío Pio, la más longeva de todos los Carrascosa; hasta el momento... A ver si los que quedan superan la barrera de los cien años y les hacemos un homenaje.
    En una ocasión, siendo yo muy jovencito, estábamos mi padre y yo dando comida a los gatitos de una camada y el más pequeñito era el más confiado, cariñoso y vivaracho de ellos. Mi padre me dijo: "ese es el ... (no recuerdo que nombre le dio), aunque es el más pequeñito, seguro que es el que mejor sobrevive". Algo así pasó con mi madre, la más pequeñita, pues tuvo una capacidad de supervivencia increíble después de haber soportado tantas vicisitudes en la vida (la muerte de su padre a los 17 años, la guerra, el hambre de la posguerra, ver morir a siete de sus hermanos, a su marido, a su hijo, superar un cáncer de mama...). En fin, su fortaleza era admirable. Y es que amaba la vida, a pesar de todo ello. Y yo creo que no hay nada mejor que ser feliz para mantenerse vivo. Como ya he dicho en la última entrada del blog era una mujer excepcional en todos los sentidos y ha dejado profunda huella. Se ha ido un ángel y espero que, donde quiera que vaya, encuentre la felicidad de nuevo y reciba tanta dulzura como dio.
    De mi padre, qué voy a decir... Tampoco es pasión de hijo. Fue otra persona ejemplar, con una buena voluntad inquebrantable, siempre comprometido en favor de los demás y adoraba ciegamente a mi madre. Aunque era hijo único fue un auténtico hermano para todos sus cuñados y también, junto con mi madre cuidó a sus padres y a su suegra hasta donde le llegaron las fuerzas. Generoso hasta unos límites increíbles y también trabajador infatigable. Conservo su herramienta y su banco de carpintero como oro en paño, pues fueron, en primera instancia los que nos dieron de comer y nos sacaron adelante y la piedra angular de nuestra vida.
    Las enseñanzas y valores humanos que me transmitieron ambos tienen un valor incalculable y espero no haberles defraudado.
    Como dije en la última entrada, ahora descansan juntos y espero que, si existe un "más allá", juntos estén disfrutando de gran felicidad para siempre.
    PD.: Me han enviado del Centro de día fotos y una grabación de audio de ella recitando una poesía. También, organizando su armario, he encontrado una colección de poesías de Germán que yo rescaté hace tiempo, cuando ella vendió su casa de María Francisca. Todo ello te lo enviaré, Carlos, para el blog o la exposición y al libro a los que se refiere Mari Cruz.

    Un abrazo a todos.

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    1. Querido Enrique, que bonito y que emocionante lo que has escrito. La verdad es que poco se puede añadir. Sólo contarte que cuando entró tu comentario en el blog ayer, estaba con mis padres y se lo leí. La respuesta de mi padre y de mi madre fue que tanto Marita como Teso eran exactamente como los habías descrito, que no habías exagerado nada y que no era pasión de hijo. Dos buenas y entrañables personas.

      En cuanto a lo de la exposición, y no digamos lo del libro, son palabras mayores pero sería bonito intentarlo. Por supuesto, encantado de que me mandes todo lo que dices.

      Un abrazo fuerte.

      Carlos

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