Germán, Aurelia, Aurelita y Basilio |
La intención de este blog es que sea un punto de encuentro entre los descendientes de Pío Carrascosa y Lucía Beltrán. Se trata de descubrir historias, compartir fotografías y rememorar recuerdos. También conocer qué ha sido y es de los miembros, de antes y de ahora, de esta familia prolífica y numerosa. Sería un placer conseguirlo. Bienvenidos!
Germán, Aurelia, Aurelita y Basilio |
Es emocionante ver estas fotos, y poder leer a Germán en la RED. ¿Qué diría?.
ResponderEliminarPor suerte tuve ocasión de leer versos que me enviaba en esa correspondencia increíble que mantuvimos cuando yo tendría poco más de diez años. Fue una época especial de mi vida, y él me animaba a salir ayudada por la lectura. Fue muy bonito, y una suerte para mí recibir aquellas cartas, que llegaban a mi nombre, frescas como la lechuga de este verso, donde recoge muy bien la esencia de mi abuela. Desde aquella etapa, Germán se convirtió en un "ausente-presente" que no me ha abandonado nunca. Entonces no sabía que era un gran escritor en el anonimato, que no en el olvido de todos los que lo conocieron, según aseguraba mi padre, y siguen asegurando mis tías.
Me encanta la foto. Parece un escritor, una actor, un soñador, un..., una buena persona. Siempre he sabido que estaba muy enamorado de Aurelia, y supongo que ella de él. Eso debió ayudar mucho a llevar el exilio y otras tragedias que fueron viniendo. Ojalá que el tiempo por venir me lleve más a su obra, o a lo que quede de ella y reivindicar su nombre fuera del olvido.
Gracias Carlos por estas fotos y por la posibilidad de que todos accedamos a estas reliquias, "frescas como lechugas".
Efectivamente parece magia que ahora puedan aparecer todas estas cosas en la red. Poco podrían imaginarse todos ellos que esto sucedería algún día. De alguna manera ello les mantiene vivos.
EliminarHe estado buscando alguna poesía más de las que escribió Germán y que sé que tengo guardada, pero no la encuentro. Hay una que me gustaba especialmente, acerca de dos ruiseñores, que empezaba así:
Tú y yo somos ruiseñores que van cantando a la vez,
uno canta en español y el otro canta en francés...
Después venían algunos versos en los que se refería a la igualdad, a la libertad, a sus ideales y después decía:
Que no conocen fronteras los ideales humanos
y aunque con distinto son los dos lo mismo cantamos...
No sé si la encontraré, pero me pareció muy bonita. Si alguno la tenéis por ahí merecería la pena rescatarla. También tenía otra que dedicó a mi padre, sobre las moscas que pican en la cabeza a los calvos, que era muy graciosa. No sé dónde demonios las guardaría yo. En fin... seguiré buscando.
La verdad es que me da mucha pena no haber conocido a todos estos Carrascosa y a sus compañeros de viaje, como German que tenia que ser una persona muy especial y con un gran sentido de humor que se hizo fuerte cuando las cosas no fueron del todo bien y se marcho de su pais para volver años despues, como casi todos los miembros del Hogar un adelantado a su epoca, me alegro de haber hecho realidad ,como dice mi hermano algo que casi parecia una leyenda y poder saber mas cosas de todos ellos.
ResponderEliminarY por eso tengo que dar las gracias a todos los Carrascosa que esta compartiendo con nosotros sus recuerdos GRACIAS
Por suerte, tengo una poesía de Germán, que a continuación transcribo, y que fue leída el 8 de junio de 1976 en la Radio Nacional Española, la envió a mi abuela Enriqueta para que me la diese, por suerte ha llegado hasta hoy, y ahora navegará en la red.
ResponderEliminarSOY LA ETERNIDAD.
Sucede a la noche el día,
se aclara mi obscuridad.
Sucede el día a la noche
se apaga mi claridad.
Es la vida que se viene,
es la vida que se va.
Soy el mar sin horizontes,
una vaga inmensidad,
soy principio de la nada,
soy un todo sin final,
cuna que a la vida mece
y su féretro será.
Soy la luz que en las tinieblas
muestra la única verdad.
Soy el todo, soy la nada
porque soy la eternidad.
Soy como el río que nace
en no importa qué lugar,
llevo el agua dulce y clara
con un rumor de cantar
y desaparezco y muero
dentro del amargo mar.
Soy hierba que la guadaña
un día la ha de segar.
Soy una luciente estrella
que un día se ha de apagar,
Soy la vida, soy la muerte,
la luz y la obscuridad,
soy la nada, soy el todo.
porque soy la eternidad.
(Hecha en 1976 por Germán Lacort)
Que bonitas palabras, Mari Cruz. También los versos de los ruiseñores que puso Enrique. Gracias por compartirlas. Realmente Germán da para mucho y seguiremos publicando sobre él.
EliminarQue poco imaginaban que sus palabras y sus peripecias andarían por la red. Internet nos sirve para que todos podamos disfrutarlas y, sobre todo, para que no se olviden.
Gracias a vosotros por hacer que este blog esté vivo. Si no fuera así, no tendría sentido.
yo coincidi con ellos. menos Aurelita. en unas vacaciones en Arneys de Mar, recuerdo a Basilio y sobretodo al tio German que me despertaba mucha admiración y con el que hablaba frances, el frances que me habia enseñado mi abuelo Jesus......
ResponderEliminarMe gustaría mucho haberlos conocido...
ResponderEliminarPor lo que dices, aún tuviste un trato muy cercano con Germán durante aquellas vacaciones
ResponderEliminarMe hubiera gustado tratarle en ese día a día. ¿Cómo era?
Pues sin caer en los topicos era un hombre culto, muy culto, que daba placer oirle hablar, y que tenia esa sensación de perdedor de la guerra, de sueño e ilusión frustrados por la dictadura; yo era pequeño y no sabia mucho de la guerra y del exilio pero si le notaba esa especie de tristeza....
ResponderEliminarGracias, siempre le ha imaginado así. Tan sólo le vi una vez, con mucha más gente y en un momento de encuentro efusivo, donde no había lugar a tristezas. Por suerte me cartee con él en la infancia, pero sus cartas iban dirigidas a una niña y tampoco traslucían frustración, tristeza ni nada parecido, sin embargo siempre le he pensado tal y como tú me dices. Serias muy pequeño, pero como buen Carrascosa, observador, y captaste la tragedia interna de Germán. Pobre, pobres, cuánto tuvieron que sufrir.
ResponderEliminarY mañana San Fermín. Querido tío Germán, qué pensarías ahora de la que se monta en tu pueblo, que por cierto está cada vez más bonito. Es una ciudad estupenda para vivir, aunque como los "Madriles " para mí no haya nada, por aquello de que de Madrid al cielo y ...
ResponderEliminarSegún me han contado algunos de los que te conocieron a ti también te gustaba mucho Madrid, ese Madrid intelectual de la República que te llevó a meterte en esa suerte de batiburrillo pedagógico y teatrero del Hogar.Yo no sé quien se lo pasaba mejor, si los que acudían a las clases y a las funciones de teatro, o vosotros con tanto preparativo. Ese proyecto era enriquecedor para todos. De no ser por lo vieja que ahora sería me encantaría haber sido un testigo implicado.
Cada vez que veo las fotos descubro sonrisas y expresiones nuevas que dicen mucho de lo felices que os hacía el tema, pero nada comparado con esa foto en las que estáis la familia al completo y con los niños todavía "manejables" esa es la foto de la felicidad a pesar de la que estaba cayendo en el mundo, pero eso tienen los soñadores, los utópicos, los artistas, que saben sacar del momento el máximo jugo.
Como mañana es San Fermín me apetecía escribir algo en este apartado del blog que Carlos se ha sacado de la chistera porque en horas libres es "mago", si, si, de esos de palomas, pañuelos y conejos, pero es un secreto y lo sabemos muy pocos.
!! VIVA SAN FERMÍN!!
Pues mira, me voy a sacar de esa chistera que dices, algo que me mandó hace tiempo Enrique y que viene que ni pintado. Son unos versos que Germán escribió a Madrid, y que dicen así:
EliminarRECORDANDO EL VIEJO MADRID
Madrid, florón de la España,
yo nunca podré olvidarte,
por eso, con malos ripios,
me dispongo a recordarte.
Y a preguntar qué se hizo
del Madrid dicharachero,
qué se hizo del Madrid
verbenero y bullanguero.
De aquél popular Madrid
que salía decidido
del trabajo a devorar
el consabido cocido.
Qué fue de la violetera
que con gracia sin igual,
un ramito de violetas
te prendía en el ojal.
Y qué de la castañera
que al ver las chicas pasar
¡Cuántas, calentitas, cuántas!
las solía pregonar.
Y la alegre modistilla,
que iba derramando sal
y era capaz de meterse
con la corte celestial.
Hoy el mantón de crespón
es sólo una prenda extraña,
pues viste la mini-falda
la nieta de Malasaña.
El plástico y el nylon
se han llevado tu percal,
y han hecho de ti Madrid
un Madrid artificial.
Sólo queda La Cibeles
que el tiempo no la envejece;
por ella pasan los años
y cada año la embellece.
También se muestra Neptuno
con cabeza coronada,
y un tenedor en la mano
que no le sirve de nada.
Nuestro Madrid popular
vuelto está en cosmopolita;
la pícara cigarrera
se nos volvió señorita.
Ya ni el oso ni el madroño
podremos volver a ver
a menos que lo conserven
como un recuerdo de ayer.
Más en fin: Madrid ha muerto
por el progreso vencido;
de aquel Madrid no nos queda
ni el recuerdo del cocido.
Descansa en paz, viejo amigo.
Adiós, mi viejo Madrid
cuando la muerte me llame
moriré pensando en ti.
Espero que os hayan gustado tanto como a mí.
Besos
Carlos
Como se nota que conocia Madrid y lo añoraba en la distancia, me gustan muchisimo, es unplacer leerlos
ResponderEliminarEl Madrid que tus ripios evocan, es ya un Madrid obsoleto, y para desgracia del Foro, no ha sido por el progreso. Tu Madrid dicharachero anda ahora cabreao, de Neptuno a Cibeles, y de Cibeles a Callao."Del trabajo al cocido" ni lo uno ni lo otro. No hay de na. Las modistillas en paro, las cigarreras arrestás. Por lo menos siguen las castañeras y sus castañas calentitas a precio del "caviar" recuerdan a ese Madrid de otro tiempo, lástima que en el verano ya no estén los quioscos de horchata y agua de cebá. Pero no todo es negativo en este Madrid que tanto quiero y fue chulapón, y nada más lejos de mi intención que envestir tus ripios ingeniosos cuando sé que salieron del corazón. Te diré que aún tenemos algo de aquel Madrid señorial: una alcaldesa de crespón y percal, y con otra legislatura seguro que volverán las violeteras poniendo violetitas a los señoritos en el ojal. Tiempo al tiempo, que todo se andará, de momento seguimos teniendo a la Gran Vía para podernos manifestar.
ResponderEliminarCon todo cariño para Germán (In memoriam)
¡Que bueno! Te confieso que cuando transcribi los versos de German estuve a punto de hacer un comentario personal en la linea de esas rimas que tu has escrito hoy. Ojala Madrid oliera a violetas y castañas acompañadas de tolerancia y modernidad, pero mas me parece que a lo que huele es a rancio, y esa vuelta a lo castizo y chulapo tiene mas de nafatalina que de tradicion.
EliminarNo te preocupes, seguro que a el le gustaria mucho leerte y en sus palabras habria mas de añoranza por su tierra que de casticismo apolillado. Como todo lo que conocemos esta escrito con talento, con ingenio y con sentido del humor.
Me he reido mucho leyendote.
Besos
Carlos