Ya de vuelta de las vacaciones y aquí estamos. Espero que el verano os haya ido bien a todos y que sigamos "viéndonos" por esta ventanita . Seguro que nos quedan cosas por contar y motivos para que nuestros caminos se crucen de vez en cuando en este blog.
Aunque en algún comentario de entradas anteriores hablamos de ello, no quería dejar pasar más tiempo sin mencionar la publicación de un libro y su presentación en la pasada feria. Se trata de Soplar al Cierzo y viene más que a cuento porque su autora no es otra que Mari Cruz Vilar. Me encanta haberme encontrado en la vida con esta prima escritora, a quién no conocía hasta hace relativamente poco tiempo. Y digo lo de relativamente, porque a estas alturas tengo la sensación de conocerla desde siempre.
Recomiendo sinceramente su lectura a quien no lo haya hecho. Me parece que Mari Cruz juega un poco al "engaño" cuando, modestamente, habla de su obra como relatos, cuentos... algo así como "poquita cosa". Más que cuentista, con todo lo que eso significa, creo que es novelista. Y de las buenas. Este libro, efectivamente, es una sucesión de relatos cortos que más parecen capítulos de una historia mucho más profunda, complicada y comprometida de lo que quiere hacernos ver su autora. Una galería de personajes y situaciones descritas con una sencillez, sólo aparente, que ocurren en tierras aragonesas pero que podrían sucederse en cualquier sitio. Nos habla de seres humanos y todo lo que ello conlleva. Eso sí, ambientada en un lugar concreto que termina siendo casi conocido para el lector.
Por supuesto, esta sólo es mi opinión. No soy un erudito ni un crítico literario, ni lo pretendo ser. Simplemente un lector aficionado, que ha leído este libro con mucho interés y mucho cariño, desde luego, pero que ha sido completamente atrapado por él.
En fin, no digo más. No os defraudará. Entre tanto, espero con muchas ganas la publicación de su novela, Estelas, sueños y buhardillas, que adelanta la contraportada de Soplar al Cierzo.
Enhorabuena Mari Cruz!
