Tomando prestado un verso de Germán, que ya apareció en alguna parte de este blog, titulo esta entrada dedicada a Marita Vilar y, por añadidura, a José María Teso.
Marita cumplió noventa y nueve años el pasado mes de agosto, motivo más que sobrado. Su longevidad demuestra la fortaleza de esta mujer luchadora aparentemente frágil, y sus ganas de vivir. Desde aquí, donde recordamos historias de una rama de nuestras familias, un pequeño homenaje. Espero que sea grato, para ella y para nosotros, ya que lo va a ver y disfrutar, y seguro que desencadenará un aluvión de anécdotas.
Como ya hemos dicho varias veces, es testigo excepcional de la mayoría de los acontecimientos contados aquí y conocedora de las personas a las que hemos ido recordando en diferentes ocasiones. Por supuesto, testigo y parte de la Institución de amigos de la Enseñanza y del Hogar Recreativo y Cultural, motor del blog, donde estudió, hizo teatro, ganó concursos de disfraces, bailó... y conoció al que sería su marido, José María. En mi casa, siempre Teso. No he sabido su nombre hasta hace poco. Ni siquiera el de la propia Marita: María Luisa Vilar Carrascosa. Mi padre les ha guardado siempre un profundo cariño y no contaba con que a estas alturas iba a volver a encontrarse con su prima mayor, que le crió y quiso tanto.
Como digo, estudiaron y se conocieron en el Hogar, donde Teso era parte fudamental. Muchacho muy ingenioso y con muchas habilidades, heredadas me parece según le voy conociendo, por su hijo Enrique. No sólo se ocupaba de los decorados de todas aquellas funciones representadas en el escenario que ya conocemos, sino que solucionaba los mil y un inconvenientes técnicos que surgían en el día a día del funcionamiento del centro y del teatrito. Según mi padre, un auténtico McGyver, con ideas brillantes para todo.
Por ahí empieza el recorrido de imágenes. Gracias otra vez Enrique por facilitarme tanto material que ahora seguimos disfrutando. Desde los dibujos de Teso en su época de estudiante, donde podemos comprobar la seriedad de aquellos estudios y la importancia que se daba en el Hogar a la parte artística de la enseñanza, hasta una felicitación de Navidad de Marita a sus padres, pasando por retratos y fotografías familiares impagables.
José Maria Teso
Hay mucho que hablar sobre Marita pero no soy yo quien debe hacerlo. Ahí están su hijo, su hermana Moreni, y Mari Cruz, José Antonio y el resto de sobrinos y primos que ya han ido dando muestras en diferentes ocasiones de su cariño y admiración. Por mi parte, sólo decir algo que ya sabéis. Que ha sido un placer tener la oportunidad de conocerla. Algo así como poder vivir y recrear parte de la historia pasada. También, confesar que me dio cierto pudor hablar delante de ella sobre el Hogar en la jornada sobre la educación en la Prospe. Sólo espero haber estado a la altura de sus recuerdos.
Besos Marita.
Marita y José María Con Enrique y José Mari
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Marita con Enrique y Marianito |
Marita y Enrique en la actualidad |